Por Vivian Sequera y Efrain Otero
CARACAS, 2 jun
(Reuters) - Después de más de dos meses de encierro, algunos residentes de
Petare colocaron sillas en sus azoteas, se asomaron por sus ventanales o se
sentaron en las delgadas escaleras de cemento que serpentean por la barriada de
la capital venezolana para disfrutar de una proyección de la película animada
“Aladdin”.
Miembros de la ONG Zona
de Descarga colocaron una pantalla gigante en el techo de una casa en Petare,
un barrio pobre del este de la capital, en medio del brote de la enfermedad del
coronavirus (COVID-19), Caracas, Venezuela, 1 de junio, 2020. Foto
tomada el 1 de junio , 2020. REUTERS/Manaure Quintero
“Faltaron las cotufas”
o palomitas de maíz, dijo Estefani Armanzor, de 27 años, desde una platabanda o
azotea al lado de su casa mientras sostenía a su hijo Aaron, de tres años.
“Estamos en cuarentena y los niños se aburren mucho”.
La proyección de la
película el lunes por la noche es parte de una iniciativa de Zona de Descarga,
una organización local sin fines de lucro que promueve la coexistencia pacífica
en la barriada del este de Caracas, una zona más conocida por la violencia de
las bandas criminales y la brutalidad policial.
Proyectos similares
para mitigar el aislamiento físico en medio de la pandemia se han desarrollado
en las favelas de Río de Janeiro y en zonas residenciales del este de Caracas.
Zona de Descarga
también ha organizado sesiones de lectura para niños e interpretaciones de
algunos miembros de orquestas, dijo Jover Prato, un activista de 42 años y uno
de los fundadores de la organización.
Tales actividades
muestran un lado diferente de una barriada que a principios de mayo hizo
noticia en el país por varios días consecutivos de disparos, lo que resultó en
el despliegue de fuerzas de seguridad fuertemente armadas en sectores del
vecindario.
Pero el lunes por la
noche, la calma parecía reinar en algunas zonas del intrincado barrio, con decenas
de niños volando cometas desde sus techos con impresionantes vistas al valle de
Caracas, y algunas familias disfrutando de arepas, un alimento básico de la
dieta venezolana.
Jimmy Pérez, de Zona de
Descarga, dijo que la pantalla de cuatro metros de alto por cuatro de ancho la
compraron por Amazon cuando regía en el país un cupo anual por persona de
compra de dólares a una tasa preferencial. Luego adquirieron el sistema de
sonido, mientras descargan las películas de Internet y las reproducen desde un
pequeño laptop.
A pesar de las fallas
de la energía eléctrica, la exhibición del lunes por la noche se produjo sin
interrupciones. Pérez dijo que escogen películas coloridas e infantiles,
dobladas al español. Durante la cuarentena han realizado, incluyendo la del
lunes por la noche, tres exhibiciones de cintas en distintos puntos de Petare,
agregó.
“Se nos hace chévere
verlo aquí”, dijo Armanzor. “Es bueno que la sigan haciendo (...) y si hay
repetición aquí, genial”.
Tomade de.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario